Rosa Ferrer, secretaria académica de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), se pronunció sobre los desafíos que enfrenta la institución en este ciclo lectivo, en medio de los reclamos salariales de los docentes y la preocupación por la pérdida de días de clase.
Ferrer reafirmó el compromiso de garantizar todos los contenidos mínimos de las asignaturas, a pesar de las dificultades.
En diálogo con Estación Claridad, Ferrer destacó el derecho de los trabajadores a realizar sus reclamos, pero enfatizó que los estudiantes no se verán afectados en su aprendizaje. “Los alumnos tienen su periodo de adaptación en las diferentes materias, y se están implementando planes de contingencia para recuperar lo pedagógico”, explicó.
Ferrer detalló que los docentes están aplicando adecuaciones curriculares, utilizando trabajos integradores que interrelacionan temas ya tratados con nuevos contenidos. Aseguró que, en un día de paro, no siempre el 100% de los docentes acatan la medida.
Respecto a las evaluaciones finales, Ferrer indicó que los institutos preuniversitarios están cerrando su ciclo académico, con algunos ya tomando trabajos integradores. Además, afirmó que las estrategias están diseñadas para asegurar la continuidad del aprendizaje.
Sobre el impacto de los paros en las mesas de exámenes, Ferrer aseguró que, por el momento, no hay afectaciones, ya que estas se llevarán a cabo a fines de noviembre y diciembre. Sin embargo, si los docentes decidieran implementar medidas de fuerza, esto podría cambiar. En cuanto a las posibles reprogramaciones de exámenes, Ferrer mencionó que en algunas instancias se puede buscar nuevas fechas, pero en otras, los alumnos podrían tener que optar por un turno posterior.
Ferrer destacó que la universidad ha estado promoviendo espacios de diálogo, como clases públicas y foros, que permiten abordar la situación actual. “No solo es paro, sino también dar clases en otras condiciones, hablando de la situación”, añadió.
Finalmente, Ferrer expresó su deseo de que a nivel nacional se logre una recomposición salarial que permita a los docentes trabajar en condiciones normales.