El Gobierno anticipó que del total de obras de infraestructura que estaban en ejecución tras el cambio de mandato, solo continuará con fondos nacionales un 15% del total, mientras que habrá unos 2.000 proyectos que serán discontinuados, postergados sin fecha precisa o transferidos a las provincias.
Así lo adelantó el secretario de Obras Públicas de la Nación Luis Giovine, que habló ante empresarios de la construcción en la convención anual que organizó la Cámara de la Construcción (Camarco) este martes. El funcionario, que responde al ministro de Economía Luis Caputo, blanqueó cuál es el horizonte de ejecución de presupuesto para obras con presupuesto público.
El fondeo desde el Tesoro Nacional a obras de infraestructura fue, después del gasto en jubilaciones y pensiones, el segundo con mayor peso en el panorama de ajuste fiscal total que ejecutó el equipo económico en los primeros cinco meses del año. Los empresarios del sector, en sucesivas reuniones con el Gobierno desde el cambio de mando en diciembre buscaron precisiones sobre cuántas obras continuarían en funcionamiento y bajo qué criterios.
Giovine, ante los ejecutivos en Camarco, explicó cuál es el plan de obra pública que tiene en mente el equipo económico, algo que hasta el momento no había sido explicitado por el Poder Ejecutivo. En ese sentido, el funcionario -que continuó en su cargo luego de que el Ministerio de Infraestructura que encabezaba Guillermo Ferraro, a quien se lo pudo ver en Camarco, fuese desarmado- aseguró que al momento del traspaso de mando había más de 6 mil obras, de las cuales el 40% “se encontraban prácticamente terminadas y el resto en el formato de contratos en vigencia”.
“Estos contratos sumaban poquito más de 2.700 obras en ejecución, neutralizadas o paralizadas. Hay obras en las que el Gobierno nacional no debe estar, son muy pequeñas, a municipios muy pequeños con baja capacidad de administración. El Estado nacional decidió apartarse de estas obras que son de jurisdicción municipal o provincial y enfocarse en obras estratégicas”, mencionó Giovine, quien fue funcionario del gabinete del ex gobernador cordobés Juan Schiaretti.
En ese plano, Giovine aseguró que hubo reuniones con todos los gobernadores del país entre abril, mayo y junio para hacer una “selección de obras prioritarias”. Con ese trabajo, el Palacio de Hacienda que conduce Caputo eligió qué obras dejará de lado en favor de las gobernaciones, cuáles quedarán postergadas por el momento sin fecha precisa y cuáles serán discontinuadas.
Según comentó el secretario de Obras Públicas, serán 376 las obras ya en ejecución, que quedaron paralizadas pero que tendrán reinicio “inmediato”, aseguró. De las 2.731 obras identificadas por la Nación, unas 924 serán discontinuadas. Son obras que se realizaban en el marco del programa Argentina Hace y están explicadas por pequeñas construcciones, reparaciones o ampliaciones. Dejarán de hacerse ya que tampoco serán traspasadas a las provincias. Otras 170 que no están en ese programa también fueron consideradas de “baja prioridad” y serán suspendidas.
De las 1.637 que restan, entonces, 914 pasarán a quedar bajo la órbita presupuestaria de las provincias en convenios marco como los que la Casa Rosada ya firmó con una docena de gobernadores. Otras 347 serán “reprogramadas”, sin fecha estipulada. Quedan, por tanto, 376 obras de infraestructura que quedarán en manos de Nación. Puesto en otros números: apenas un 15% del total continuarán bajo presupuesto nacional, un 13% serán suspendidos y un 73% (poco más de 2.000) no continúan, ya sea por ser canceladas o enviadas a jurisdicción provincial.
La convención anual de Camarco estuvo marcada por la difícil coyuntura del sector entre la parálisis de la obra pública y el aumento del costo en dólares para la construcción privada.
El panel fue compartido por el jefe de gobierno porteño Jorge Macri y por el secretario general de la UOCRA Gerardo Martínez, que fue aplaudido en distintos tramos de su discurso, que se pareció más a una arenga sectorial por parte del jefe sindical ante los empresarios del sector. “Demostremos que estamos de pie”, les pidió.
“Respetamos el panorama pero nos genera muchas dudas”, le dijo a Giovine. “Todos nosotros aquí buscamos dentro de la innovación metodológica de los últimos años mantener una alianza estratégica y un diálogo institucionalizado. Por eso me atrevo a generar una propuesta para cambiar el ambiente. Queremos demostrar que esta actividad es bondadosa en todos los sentidos, autónoma en el riesgo y que sabe aceptar las reglas del juego”, mencionó Martínez.
“Sin obra pública no hay destino de nación, no es gasto, es inversión. Esto no es ideología. Esto es lo que nosotros buscamos. Construir es una palabra positiva, es construir valores, son condiciones materiales y el buen vivir. Si no hay diálogo, no hay fuerza política que pueda resolver los problemas estructurales que tiene la Argentina”, cerró el sindicalista. Giovine se retiró apenas el secretario general de UOCRA terminó su discurso y tampoco pudo escuchar algún reclamo que Jorge Macri le tenía preparado para los primeros minutos de su alocución.