
El mercado financiero de San Juan atraviesa un primer semestre complejo, con una caída del 10% en la toma de nuevos créditos y un aumento sostenido en los niveles de morosidad, según reveló Marcela García, gerente de Montemar en la provincia.
En diálogo con radio Estación Claridad, García advirtió que el alto nivel de endeudamiento de la población impide que muchas personas accedan a nuevas líneas de crédito.
A diferencia de años anteriores, cuando los créditos eran solicitados para vacaciones, mejoras en el hogar o consumo general, hoy el principal motivo de solicitud es pagar deudas previas. Estas incluyen tanto compromisos con el sistema financiero formal (bancos o entidades crediticias) como deudas con casas de electrodomésticos o servicios básicos.
El fenómeno no es exclusivo de San Juan, pero se siente con fuerza en el mercado local, donde la falta de capacidad de pago y la inflación han distorsionado el rol tradicional del crédito como herramienta de desarrollo personal o comercial.
La preocupación crece dentro del sector financiero, ya que el aumento de la morosidad pone en riesgo la sustentabilidad del sistema y genera un círculo vicioso: menos calificaciones positivas, menos préstamos otorgables, y más dificultades para quienes intentan salir del sobreendeudamiento.
“Hoy la gente no pide préstamos para crecer, sino para salir del ahogo económico”, resumió García, describiendo una situación que podría agravarse si no se estabilizan variables clave como el poder adquisitivo y el acceso al crédito.