El salario de los senadores superará los $9,5 millones: entre el silencio político y el hartazgo de la sociedad

A partir del próximo mes, los senadores nacionales verán reflejado un nuevo y contundente incremento en sus dietas, que alcanzarán los $9,5 millones brutos.

La suba llega como consecuencia de una reciente actualización paritaria para los empleados del Congreso, a la que desde 2023 los haberes de los legisladores quedaron atados. Entre los beneficiarios están los senadores sanjuaninos Sergio Uñac, María Celeste Giménez y Bruno Olivera.

El aumento fue habilitado por los titulares de ambas cámaras, Martín Menem (Diputados) y Victoria Villarruel (Senado), quienes avalaron la actualización de los módulos salariales: retroactiva a marzo, con subas similares en abril y mayo. El valor actual del módulo ronda los $2.376,04, y los senadores perciben 4.000 de ellos, distribuidos en 2.500 por dieta, 1.000 por gastos de representación y 500 por desarraigo. Esto arroja el millonario resultado.

El sistema fue modificado en abril de 2024, tras un acuerdo entre oficialismo y oposición que no pasó por el recinto ni por debate público. En abril también se sumó una dieta adicional, supuestamente en compensación por el aguinaldo, elevando aún más los ingresos anuales. Solo una senadora, Alicia Kirchner, optó por mantenerse al margen de esta estructura y seguir cobrando su jubilación.

La decisión se da en medio de una fuerte presión social por la apertura de paritarias para otros sectores del Estado, y con el telón de fondo del congelamiento de haberes que regía hasta el 31 de marzo. En ese entonces, Villarruel dejó en claro que sería su última intervención directa en la cuestión salarial y que, de ahí en más, la responsabilidad recaería en los bloques legislativos. Pero la novela está lejos de terminar.

El kirchnerismo, a través de su interbloque, comunicó el 17 de mayo que no participará más de votaciones sobre dietas legislativas, delegando la discusión en los sectores afines al oficialismo y en la vicepresidenta. “Nos hartaron. Que hagan lo que quieran”, lanzó un senador del espacio. 

Este nuevo capítulo se suma al malestar de los gremios, que reclaman la reapertura de paritarias sin resultados visibles.

Con los nuevos sueldos en marcha, el Congreso suma otro punto de fricción con la ciudadanía, en un momento de crisis económica, ajuste del gasto público y malestar social. La escena política parece en pausa cuando se trata de rendir cuentas por los privilegios propios.