Una familia sanjuanina necesitó $1 millón para cubrir necesidades básicas en octubre

Destacadas07/11/2024e Noticiase Noticias

Laura Vera, de Amas de Casa del País, advierte sobre el alto costo de vida, aunque reconoció que hubo una desaceleración de la inflación durante el mes pasado.

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En una feria de economía popular en San Juan, Laura Vera, presidenta de Amas de Casa del País, describió la difícil situación que enfrentan las familias debido al aumento de los costos de vida y de los servicios básicos. Con motivo del mes de la no violencia hacia las mujeres, la feria buscó no solo ofrecer una fuente de ingresos alternativa, sino también un espacio para concientizar sobre la precarización económica que afecta, especialmente, a las mujeres sanjuaninas.

Vera destacó que el encarecimiento de productos básicos y servicios ha dejado a muchos hogares sin la posibilidad de cubrir necesidades esenciales. Según explicó, la canasta básica alimentaria en octubre se ubicó en aproximadamente 500 mil pesos, mientras que la canasta total alcanzó cerca de un millón de pesos. “Es un número al que un porcentaje muy bajo llega", afirmó. Vera agregó que esta situación ha llevado a que numerosas familias estén en estado de indigencia, sin posibilidad de alcanzar los 500 mil pesos necesarios para alimentarse, o en estado de pobreza, sin ingresos para cubrir el millón que representa la canasta total.

El aumento en las tarifas de servicios, en especial de la electricidad, también genera gran preocupación. Según Vera, el impacto será significativo para aquellos sectores de menores ingresos, ya que quienes están en las categorías N2 y N3 perderán el subsidio si superan un consumo de 300 kW mensuales, algo difícil de evitar en temporada de altas temperaturas. “Las personas en situación de vulnerabilidad perderán el subsidio si superan ese consumo, y esto implica que quienes hoy pagan 70 mil pesos, en diciembre pagarán hasta 140 mil. ¿De dónde va a salir ese dinero?", cuestionó.

Vera resaltó, además, la dificultad que implica el acceso a servicios de salud, particularmente para las mujeres, quienes suelen ser las encargadas de llevar a sus hijos o familiares al médico. “Cuando vamos a un centro de salud y no están los anticonceptivos o faltan medicamentos, es una muestra de la precarización que vivimos”, señaló, subrayando que considera esta falta de recursos y atención adecuada como una “violencia institucional”.

Aunque los precios de los alimentos han registrado una desaceleración en los últimos meses, Vera sostuvo que los aumentos continúan, entre el 3% y el 5%, y que la disparidad de precios según el lugar de compra representa un obstáculo adicional. "Esta libertad de precios hace que también haya una gran diversidad de valores en los productos", explicó, enfatizando que las familias se ven obligadas a ajustar sus presupuestos constantemente para adaptarse a estas variaciones.

Frente a este panorama, la feria de economía popular ofrece una salida para quienes necesitan ingresos adicionales, incluyendo trabajadoras con empleo formal que, según Vera, también se ven afectadas por la precarización laboral: “Muchas mujeres tienen que hacer trabajos extra porque no les alcanza con el salario que reciben”.

Finalmente, la dirigente social hizo hincapié en el impacto de la situación económica sobre la educación de los jóvenes, en particular aquellos que cursan el nivel secundario y estudios superiores. “Cada vez es más común ver a chicos que abandonan sus estudios porque las familias no pueden sostener los gastos”, afirmó Vera, subrayando la preocupación de los padres por el riesgo de deserción en un contexto económico tan adverso.

 
 

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