Poco más de 4 millones de litros de vino tinto a granel ingresó entre enero y mayo y es la mayor cantidad que entró al país en los últimos siete años.
Se vuelve a instalar una vez más la polémica por el ingreso a la Argentina de vinos provenientes del vecino país de Chile, lugar desde donde llegaron en total 4.388.500 litros. El 98% del total de vino ingresó desde el país trasandino, pero, además entraron vinos de España, Bélgica e Israel, entre otros.
Pablo Martín, de la Mesa Vitícola, declaró a un medio de prensa local que estas son "las nuevas reglas de juego” que plantea la política implementada por el Gobierno nacional y que esperan que una vez que se ordene la macroeconomía, puedan competir con los productos vitivinícolas del exterior en igualdad de condiciones.
Pero no todos los sectores implicados en la cadena mostraron el mismo optimismo de Martín ya que el presidente de la Cámara de Bodegueros, Gustavo Samper, dijo que el volumen ingresado no constituye el mayor problema, sino que la preocupación tiene que ver en cómo está impactando en las bodegas trasladistas, que son las pymes que participan en el proceso.
“Esto plancha el mercado del vino, porque las grandes bodegas no están comprando a los locales”, explicó con pesismismo el propio Samper.