Leve repunte en diciembre, pero la gastronomía y la hotelería aún no logran salir de la crisis en San Juan

Tras un año que el sector define como “muy difícil”, la gastronomía y la hotelería de San Juan comenzaron a registrar en diciembre un leve repunte en la demanda, impulsado por las tradicionales reuniones de fin de año. Sin embargo, el movimiento continúa muy por debajo de las expectativas y no alcanza a compensar un período marcado por cierres de locales, despidos y una fuerte retracción del consumo.

Así lo explicó Analía Tello, referente del sector gastronómico y hotelero, quien advirtió que “no son los diciembres a los que estábamos acostumbrados”, aunque reconoció un incremento moderado en la actividad durante las últimas semanas.

Según detalló, el aumento de la demanda ronda entre un 10% y un 15%, un porcentaje que calificó como “muy suave” y propio de la estacionalidad. Para Tello, el principal problema no fue la inflación sino la recesión económica. 

La referente señaló además un cambio profundo en los hábitos de los sanjuaninos. Reuniones frecuentes en bares o cafeterías dieron paso a encuentros más económicos en casas particulares o asados entre amigos. La menor disponibilidad de dinero y la falta de tiempo aparecen como factores determinantes en esta transformación.

En ese contexto, Capital es uno de los departamentos más golpeados por la caída de la concurrencia, mientras que en zonas como Rivadavia se observa un mayor nivel de movimiento.

Otro de los ejes críticos para el sector son los costos fijos, que registraron fuertes aumentos, especialmente en servicios como la energía eléctrica, internet y los alquileres. A esto se suma la presión impositiva. En cuanto a las perspectivas, la dirigente fue cauta y afirmó que, según los indicadores actuales, no se esperan grandes cambios para 2026, aunque expresó su expectativa de que la situación mejore antes de lo previsto.

De cara a Navidad y Año Nuevo, el sector apuesta a una breve “explosión” de consumo que, según anticipó, no se extenderá más allá de uno o dos días. “Son fechas en las que nos acordamos de festejar”, resumió.