Greta fue adoptada: la perrita agredida en Rivadavia encontró un nuevo hogar

Después de haber sido víctima de una brutal golpiza que conmocionó a toda la provincia, Greta, la perrita ovejera alemán que fue rescatada en mayo tras un acto de violencia extrema, ya tiene un nuevo hogar.

Así lo confirmó el proteccionista Luciano Castro a través de sus redes sociales, donde compartió el mensaje de la ONG Mundo Patitas, responsable del seguimiento y recuperación del animal.

“Queremos informar que Greta fue adoptada por un excelente veterinario como lo es Paulo Luna, quien le está brindando todos los cuidados que merece este animal que fue tan maltratado”, expresó Castro en su publicación.
Tras casi tres meses de atención veterinaria, rehabilitación física y emocional, y acompañamiento especializado, Greta fue dada en adopción a un entorno seguro, con condiciones óptimas para continuar su recuperación.

El caso de Greta se hizo público el 13 de mayo, cuando se viralizó un video que mostraba a Carlos Manuel Videla, empleado legislativo de la Cámara de Diputados de San Juan, golpeando brutalmente a su perra, que se encontraba atada e indefensa en el patio de su vivienda en Rivadavia.

La difusión del video provocó una inmediata ola de indignación social y llevó a la intervención de la Policía Ecológica, la Secretaría de Ambiente, y el Poder Judicial, que actuó con rapidez en una causa que se volvió emblemática en la lucha contra el maltrato animal en la provincia.

La causa concluyó con una probation de dos años para Videla, en lo que fue considerado un fallo inédito para la justicia sanjuanina en materia de protección animal. Además de la suspensión del juicio a prueba, el agresor deberá cumplir con las siguientes condiciones:

Pagar una multa de $500.000 destinada a entidades proteccionistas.

Realizar tareas comunitarias en el Centro Ambiental Anchipurac.

No podrá tener animales por el plazo de dos años.

Fue desvinculado de su cargo como empleado legislativo.

Desde la ONG Mundo Patitas y el entorno proteccionista local celebraron la adopción como un acto de reparación y justicia emocional para Greta, que logró recuperarse de una situación de extremo sufrimiento gracias al trabajo conjunto de voluntarios, veterinarios, activistas y la sociedad que no permaneció indiferente.