
“El 1° de mayo no es un festejo, es una lucha”: el fuerte reclamo de las trabajadoras domésticas en San Juan
Actualidad03/05/2025
En el marco del Día del Trabajador, Stella Maris Zalazar, secretaria general del Sindicato de Empleadas Domésticas en San Juan, expresó con firmeza que para muchas mujeres del sector, esta jornada no representa una celebración, sino una oportunidad para visibilizar derechos aún vulnerados.
"Para nosotras, el 1° de mayo no es un día festivo, es un día de lucha, de proclamar derechos que todavía nos niegan", afirmó Zalazar, donde también recordó el origen histórico de la fecha: la masacre de trabajadores en Chicago que reclamaban una jornada laboral de ocho horas.
Lejos de aquella conquista histórica, la realidad actual de muchas trabajadoras domésticas en Argentina sigue marcada por la precariedad. Según detalló la dirigente gremial, el 80% del sector se encuentra en negro, sin acceso a obra social, cobertura de riesgos laborales, aportes jubilatorios ni un salario digno.
"Muchas compañeras no tienen horario de salida, trabajan por menos del salario básico, que ya es bajo, y encima deben costearse el colectivo para ir a cuidar casas ajenas, a veces incluso haciendo de madres sustitutas de los niños que cuidan", denunció.
Uno de los reclamos más urgentes gira en torno al congelamiento salarial que sufre el sector desde enero. Zalazar señaló que están a la espera de la reactivación de las paritarias tras la reunión del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil.
La dirigente hizo especial hincapié en la necesidad de avanzar en la registración laboral: "Nuestra lucha es por ellas, por lograr que se las registre, que cobren un salario digno, porque se lo merecen".
En un contexto económico crítico y con altísimos niveles de informalidad, el mensaje de las trabajadoras domésticas vuelve a poner sobre la mesa una deuda estructural con uno de los sectores más vulnerables del país.