El Papa Francisco continúa lidiando con las secuelas de una bronquitis que lo ha afectado en los últimos días.
Durante la Audiencia General del miércoles en el Vaticano, el Pontífice, visiblemente afectado por su condición, cedió la palabra a otro miembro del clero para continuar con la lectura de su discurso. “Espero que la próxima vez pueda”, expresó con una sonrisa mientras los presentes lo aplaudían en señal de apoyo.
Tras unos minutos de lectura, el Papa explicó con amabilidad que no podía seguir debido a la bronquitis, pidiendo al padre que continuara con la lectura. A pesar de su dificultad para respirar, Francisco retomó la palabra al final de la audiencia para saludar a los peregrinos italianos y hacer un llamado a la paz mundial, pidiendo a todos que sigan rezando por ella.
Esta no es la primera vez que el Papa Francisco experimenta dificultades respiratorias. El pasado lunes, durante una Misa celebrada en la Plaza de San Pedro con motivo del Jubileo de las Fuerzas Armadas, la Policía y los Cuerpos de Seguridad, también tuvo que ceder la lectura de la homilía debido a un problema en su respiración. En esa ocasión, se disculpó con los fieles, señalando: “Ahora me excuso y pido al maestro que continúe con la lectura por las dificultades en la respiración”. Su voz, más grave que la de este miércoles, evidenció un mayor desgaste físico.
El Papa Francisco, quien ha estado al frente de la Iglesia Católica desde 2013, ha enfrentado diversas dificultades de salud en los últimos meses. En su caso, los problemas articulares en las rodillas y caderas, propios de una persona de 88 años, fueron uno de los primeros desafíos de salud, que incluso lo llevaron a una intervención quirúrgica. Sin embargo, a esos problemas se sumaron otras complicaciones, como una inflamación de colon y una hernia en los últimos meses.
Recientemente, un resfriado le provocó una bronquitis que aún persiste, afectando su capacidad respiratoria. Además, es importante recordar que el Papa Francisco, en su juventud, fue sometido a una cirugía en la que le extirparon parte de un pulmón, lo que ha generado mayor preocupación en el Vaticano sobre su evolución y la posibilidad de que requiera un tratamiento médico más intensivo.
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