Uno de los incidentes más graves reportados fue la deportación de 51 observadores internacionales por parte del gobierno de Nicolás Maduro. La oposición denunció esta medida como un intento de intimidación y control del proceso electoral. La deportación ocurrió poco antes de la apertura de los centros de votación, lo que incrementó la desconfianza en la transparencia del proceso.
Desinformación y Confusión
Otro problema significativo ha sido la campaña de desinformación sobre los requisitos para votar. Las autoridades electorales tuvieron que aclarar que el único documento necesario es la cédula de identidad, incluso si está vencida. Además, la disposición de la boleta electoral ha sido objeto de controversia, ya que favorece visualmente al candidato Nicolás Maduro, lo que ha generado críticas de parcialidad.
Desde temprano en la mañana, se observaron largas colas en varios centros de votación. Los votantes también reportaron problemas técnicos con las máquinas de votación, lo que retrasó el proceso en algunos lugares. Estas dificultades han aumentado la frustración entre los electores que intentan ejercer su derecho al voto.
El exdiputado español de Vox, Víctor González, denunció haber sido detenido y expulsado de Venezuela tras ser interrogado y retenido por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). González informó que fue obligado a desnudarse y fue interrogado durante su retención, lo que subraya la vigilancia estricta hacia observadores y figuras opositoras durante el proceso electoral.
En medio de esta compleja situación, millones de venezolanos están ejerciendo su derecho al voto, con la esperanza de un cambio en la dirección política del país. La comunidad internacional sigue de cerca estos comicios, conscientes de su importancia para el futuro de Venezuela.