El grupo militante islamista abandonó la exigencia de que Israel se comprometa primero a un alto al fuego permanente antes de firmar el acuerdo, y permitiría que las negociaciones logren eso a lo largo de la primera fase de seis semanas, señaló la fuente a Reuters bajo condición de anonimato porque las conversaciones son privadas.

Un funcionario palestino cercano a los esfuerzos de paz mediados internacionalmente había sostenido que la propuesta podría conducir a un acuerdo marco si era aceptada por Israel y pondría fin a la guerra de nueve meses entre Israel y Hamás en Gaza.

Una fuente del equipo negociador israelí, que habló bajo condición de anonimato, dijo el viernes que ahora había posibilidades reales de llegar a un acuerdo. Ello contrasta fuertemente con anteriores ocasiones en la guerra de Gaza, que dura ya nueve meses, en las que Israel dijo que las condiciones impuestas por Hamás eran inaceptables.

Un portavoz del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no respondió inmediatamente a una petición de comentarios el sábado, día de reposo judío. El viernes, su oficina señaló que las conversaciones continuarían la próxima semana y subrayó que seguían existiendo diferencias entre las partes.

El conflicto cobró  la vida de más de 38.000 palestinos, según las autoridades sanitarias de Gaza, desde que Hamás atacó ciudades del sur de Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y tomando unos 250 rehenes, según cifras oficiales israelíes.

La nueva propuesta asegura que los mediadores garantizarán un alto al fuego temporal, la entrega de ayuda y la retirada de las tropas israelíes mientras continúen las conversaciones indirectas para aplicar la segunda fase del acuerdo, según la fuente de Hamás.

Los esfuerzos para garantizar un alto el fuego y la liberación de los rehenes en Gaza se han intensificado en los últimos días con una activa diplomacia itinerante entre Washington, Israel y Qatar, que dirige los esfuerzos de mediación desde Doha, donde tiene su sede la dirección de Hamás en el exilio.

Una fuente regional afirmó que el Gobierno estadounidense se esforzaba por lograr un acuerdo antes de las elecciones presidenciales de noviembre.

Netanyahu informó el viernes que el jefe de la agencia de inteligencia israelí Mossad había regresado de una reunión inicial con mediadores en Qatar y que las negociaciones continuarían la próxima semana.
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  Enfrentamientos.
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En tanto, las fuerzas israelíes intensificaron los ataques militares en todo el enclave, matando al menos a 29 palestinos en las últimas 24 horas e hiriendo a otros 100, informaron las autoridades sanitarias del territorio.

Entre los fallecidos en distintos ataques aéreos había cinco periodistas locales, lo que eleva a 158 el número de periodistas muertos desde el 7 de octubre, según la oficina de medios de comunicación del gobierno de Gaza, dirigido por Hamás.

Las fuerzas israelíes, que han intensificado sus incursiones en Ráfah, cerca de la frontera con Egipto, mataron el sábado a cuatro policías palestinos e hirieron a otros ocho en un ataque aéreo contra su vehículo, según informaron las autoridades sanitarias.

En un comunicado emitido por el Ministerio del Interior dirigido por Hamás, se informó que entre los cuatro muertos se encontraba Fares Abdel-Al, jefe de la policía del barrio de Tel Al-Sultan, en el oeste de Ráfah.

El ejército israelí aseveró que las fuerzas continuaron "operaciones de inteligencia" en Ráfah, destruyeron varias estructuras subterráneas, incautaron armas y equipos y mataron a varios pistoleros palestinos.

Israel afirmó que sus operaciones en Ráfah tenían como objetivo erradicar los últimos batallones del brazo armado de Hamás.

En el campo central de Al-Nuseirat, uno de los ocho campos de refugiados históricos del enclave, un ataque aéreo israelí contra una casa mató a 10 palestinos, informaron los médicos.

El ejército israelí aseguró haber eliminado una célula de cohetes de Hamás que operaba desde el interior de una zona designada humanitaria. Afirmó que llevó a cabo un ataque preciso tras tomar medidas para garantizar que los civiles salieran ilesos. Hamás niega las acusaciones israelíes de utilizar propiedades civiles con fines militares.

Las alas armadas de Hamás y la Yihad Islámica indicaron que combatientes atacaron a las fuerzas israelíes en varias zonas del enclave con cohetes antitanque y bombas de mortero.