El levantamiento militar de parte del Ejército de Bolivia contra el presidente, Luis Arce, tuvo repercusiones en el ámbito regional y mundial, ante la gravedad de las acciones. Uno de ellos fue lo declarado por la cancillera nacional, Diana Mondino, quien repudió la acción protagonizada Juan José Zúñiga, quien ya fue destituido de la jefatura del Ejército : “Los gobiernos, sean buenos o malos, gusten o no, se cambian únicamente en las urnas. No se cambian con violentos golpes de Estado. La democracia no se negocia”, destacó Mondino.
En el caso de Brasil, su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que “en América Latina, los golpes nunca funcionaron".
Lula, en breves declaraciones a periodistas, dijo que ha pedido a su canciller, Mauro Vieira, recopilar informaciones antes de dar una posición formal del Gobierno brasileño en relación a los hechos que están ocurriendo en el país vecino. No obstante, recalcó que él es un “amante” de la democracia y, por ello, defiende que “la democracia prevalezca en América Latina”.
Por su parte, la Secretaría General de la Comunidad Andina (CAN) rechazó “enérgicamente” cualquier acto que “atente contra la democracia” de Bolivia, miembro de este organismo, en un mensaje compartido este miércoles.
La portavoz se refirió a la “situación en Bolivia” pero no utilizó la designación de “golpe de Estado” que ha empleado el presidente de Bolivia, Luis Arce, para describir el hecho de que un sector del Ejército boliviano se alzó contra su Gobierno y un tanque entró a la fuerza a la sede del Ejecutivo en La Paz.
“Estados Unidos está siguiendo de cerca la situación en Bolivia e insta a la calma y moderación”, dijo a EFE la representante de la Casa Blanca.