Un 20% de los gamers intensivos se identifica como LGBT+, reveló un informe de GLAAD

La comunidad queer encuentra en universos como Overwatch y Fortnite un espacio seguro de expresión y aceptación, en contraste con el acoso en la vida real, y destacan la importancia de los videojuegos como apoyo emocional

Un estudio de GLAAD destacó que casi un 20% de los gamers intensivos pertenecen a la comunidad LGBT+. (EFE/Enric Fontcuberta)
Un estudio de GLAAD destacó que casi un 20% de los gamers intensivos pertenecen a la comunidad LGBT+.

Cuando Fabby Garza decidió compartir su verdad como mujer transgénero con el mundo, no fue en un espacio físico donde primero encontró aceptación y respeto, sino en el universo digital de los videojuegos. En las comunidades de Final Fantasy XIV, Overwatch y Fortnite Garza sintió la libertad de ser ella misma, un fuerte contraste con el acoso y la intimidación que comenzó a enfrentar en su vida cotidiana.

El testimonio de Garza, documentado por Scientific American, ilustra cómo se desdibujan las líneas entre la realidad y los espacios virtuales, especialmente para aquellos que no se identifican con el perfil históricamente favorecido por la industria del videojuego: el jugador blanco, heterosexual y cisgénero. Un informe de la Alianza Gay y Lésbica Contra la Difamación (GLAAD), citado por la publicación científica, destaca esta transición con cifras impactantes: casi uno de cada cinco jugadores intensivos (es decir, aquellos que invierten 10 o más horas a la semana en esta actividad) se identifica como LGBT+.

Esta cifra supera estimaciones previas, subrayó el informe, como las del estudio Games360 de Nielsen que en 2020 señalaba a un 10% de los jugadores altamente comprometidos como LGBT+. Además, marca un creciente reconocimiento y visibilización dentro de la comunidad gamer.

Videojuegos como Roblox permiten a jugadores LGBT+ expresar su identidad de manera fluida. (Apple)Videojuegos como Roblox permiten a jugadores LGBT+ expresar su identidad de manera fluida. (Apple)

Las cifras de GLAAD no solo proporcionan una valiosa perspectiva cuantitativa sobre la presencia de la comunidad LGBT+ en el ámbito de los videojuegos, sino que también reflejan la importancia de estos espacios digitales como medios de escape, expresión personal y, en muchos casos, de supervivencia emocional. Los jugadores LGBT+ dicen utilizar los videojuegos como un método para evadir situaciones difíciles en la vida real un 11% más que los jugadores cisgénero y heterosexuales, y un 24% más en el caso de atravesar momentos complicados.

Estas estadísticas demuestran que los videojuegos ofrecen más que simple entretenimiento; actúan como comunidades cívicas donde se puede encontrar aceptación y apoyo, según dijo Karen Schrier, profesora de juegos en Marist College, a Scientific American. Este sentido de comunidad es vital para personas como Cody Mejeur, profesor de estudios de juegos en la Universidad en Buffalo, quien encontró en los juegos en línea un espacio seguro para explorar su identidad queer y trans en un entorno no acogedor.

La exploración de identidades a través de los videojuegos no se limita a los títulos independientes con temas LGBT+ explícitos, sino que también se extiende a comunidades más grandes y plataformas mainstream como Roblox, que reportó que los jugadores que se identifican como LGBT+ han ganado confianza para expresar su identidad de género de manera fluida a través de sus avatares, especialmente en 2023.

La comunidad LGBT+ encuentra aceptación y libertad en videojuegos como Final Fantasy XIV, Overwatch y Fortnite. (Andrew Harrer/Bloomberg)La comunidad LGBT+ encuentra aceptación y libertad en videojuegos como Final Fantasy XIV, Overwatch y Fortnite.

A pesar de los muchos beneficios que los videojuegos ofrecen como un refugio seguro y un espacio para la autoexpresión para la comunidad LGBT+, el informe de GLAAD también pone en relieve preocupaciones significativas sobre el acoso. Aunque los videojuegos brindan un medio vital de conexión social —el 71% de los jugadores LGBT+ dijo tener amigos con quienes jugar—, la sombra del acoso en línea permanece como una mancha en estas comunidades digitales. La alianza denunció que el 52% de los jugadores LGBT+ han experimentado algún tipo de acoso mientras jugaban en línea, en comparación con el 38% de los jugadores no LGBT+.

Además, un significativo 42% de los jugadores LGBT+ ha evitado ciertos juegos por temor a ser acosados, y el 27% ha abandonado juegos debido a experiencias de acoso. Estas cifras son un recordatorio contundente de que, aunque los mundos virtuales ofrecen un espacio para el entendimiento y la aceptación, aún reflejan algunos de los prejuicios y discriminaciones presentes en la sociedad en general. La necesidad de crear entornos de juego más inclusivos y seguros para todos los jugadores se hace evidente, señaló GLAAD, y surge como un área crítica de trabajo tanto para las comunidades de juegos como para los desarrolladores.

La exploración de identidades en los videojuegos no se limita a temas LGBT+: se extiende a comunidades mainstream.La exploración de identidades en los videojuegos no se limita a temas LGBT+: se extiende a comunidades mainstream.

El informe también destacó la relevancia crítica de los videojuegos como recursos vitales de soporte emocional y conexión. Para los jugadores LGBT+, específicamente en estados o países con legislaciones anti-LGBT+ (en Estados Unidos hubo un auge de normativas discriminatorias, sobre todo en Florida, South Carolina, Mississippi, Tennessee, West Virginia, Minesota, Iowa, Missouri, Kansas, Oklahoma y Arizona), los videojuegos representan un espacio vital no solo para la recreación, sino para la supervivencia psicológica.

Un asombroso 66% de los encuestados LGBT+ dijo a GLAAD que los juegos les permiten expresarse de manera que no se sienten seguros o cómodos haciendo en el mundo real, y un 74% siente que pueden ser su verdadero yo dentro de estos entornos digitales. Estos datos, proporcionados por GLAAD, subrayan el papel indispensable de los videojuegos en ofrecer una ventana hacia la autoaceptación y el escape constructivo, en tiempos donde las realidades externas a menudo se sienten cada vez más restrictivas y hostiles hacia las expresiones de identidad de género y orientación sexual.