Massa acelera las visitas a provincias “amarillas” para buscar amortiguar el golpe de las derrotas electorales

Sergio Massa encabezó el congreso del Frente Renovador. (Foto: Frente Renovador)
El tigrense busca ser el candidato individual más votado en las elecciones primarias.

El peronismo recibió el último domingo un nuevo golpe electoral. Esta vez fue en Chubut, en donde a dos semanas de las PASO el postulante de Juntos por el Cambio Ignacio Torres se quedó con la gobernación de ese distrito y volvió a encender las alertas en Unión por la Patria, que no viene cosechando los mejores resultados en el interior del país.

En este contexto, el ministro de Economía y precandidato presidencial del oficialismo Sergio Massa activará esta semana visitas a dos distritos en los que el oficialismo debe mejorar su intención de voto: Mendoza y San Luis, y ya prepara un periplo a Chaco, que se produciría el viernes. El objetivo es reforzar el voto peronismo en estos distritos y llevar adelante una agenda federal, como le recomienda su jefe de campaña, Eduardo “Wado” de Pedro.

Tras el acuerdo con el FMI y la decisión de hacer frente al compromiso de U$S2700 con un préstamo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y parte del swap con China, el ministro encontró algo de calma para abocarse a la campaña, la que se divide entre sus pasos por el interior y el conurbano, región a la que no puede descuidar ante la posibilidad de que su rival en la interna Juan Grabois aumente su intención de voto y le imposibilita alcanzar su objetivo: ser el postulante más votado en las PASO.

La decisión de visitar el interior se produce luego de que el oficialismo recibió un nuevo golpe electoral, que se sumó a las derrotas en las PASO en Santa Fe; San Juan y San Luis. Con cada vez más distritos pintados de amarillo, el panorama parece complicarse pese a que todavía en el oficialismo sostienen que no se debe vincular la elección nacional con las provinciales, en las que muchas veces el electorado castiga las gestiones provinciales.

Por estos días el titular de la cartera económica va y viene desde el centro al norte del país: de Buenos Aires a San Juan, Tucumán y La Rioja; desde el conurbano a Mendoza y San Luis, mientras sigue al mismo tiempo cumpliendo con su agenda al frente del Palacio de Hacienda.

Sergio Massa, durante su último paso por Tucumán. (Foto: Prensa Unión por la Patria)
Sergio Massa, durante su último paso por Tucumán.

Se espera que este martes el ministro de Economía parta a Mendoza, donde gobierna el radicalismo, y seguirá viaje a San Luis, que aún está en manos de Alberto Rodríguez Saá, un peronista distanciado del Gobierno.

Se trata de dos paradas para reforzar el voto en provincias donde al peronismo le cuesta consolidarse: en Mendoza, Alfredo Cornejo es el favorito para conseguir la reelección en septiembre; mientras que en tierras puntanas se abrirá una nueva etapa con Claudio Poggi tras décadas de hegemonía de los hermanos Rodríguez Saá.

El viernes, además, el tigrense tiene programado un viaje a Chaco para participar de un encuentro del PJ provincial. Cerca del funcionario dijeron que terminan de definir detalles de este periplo.

Tras sellar el acuerdo técnico con el Fondo Monetario Internacional, y la consecuente “calma” que generó en los mercados, Massa cree que es momento de abocarse más a la campaña y sumar el apoyo de los gobernadores, claves para arrastrar votos en las PASO. Los mandatarios provinciales tienen un rol clave en esta etapa porque trabajan para llevar el electorado a las urnas y evitar altos niveles de ausentismo, que puedan perjudicar al oficialismo.

Sergio Massa, con dirigentes del peronismo tucumano. (Foto: Prensa Unión por la Patria)
Sergio Massa, con dirigentes del peronismo tucumano.

Las visitas al conurbano, en tanto, tienen otros objetivos: bloquear el crecimiento de Juan Grabois y bajar el ausentismo entre los votantes de los sectores más vulnerables donde el peronismo suele hacerse fuerte.

La estrategia se explica en los números: para ganar la elección nacional, el oficialismo debe retener la provincia de Buenos Aires y hacer una buena campaña en el norte del país, la única región que en las elecciones legislativas de 2021 conservó su apoyo al Gobierno y no se vistió de amarillo. Son los dos bastiones del peronismo.

Junto con intendentes, organizaciones sociales y sindicatos, Unión por la Patria lanzó días atrás un dispositivo “casa por casa” para repartir boletas y convencer al electorado de que es importante ir a votar en agosto. En los próximos días se verá mucha actividad de Kicillof – a la que podría sumarse Massa – en municipios como Escobar, José C. Paz, Avellaneda, Ensenada, Ituzaingó y Morón, entre otros.

Aunque no lo diga, al ministro de Economía le inquieta la intención de voto de Grabois, que arrastra apoyos de la izquierda y del kirchnerismo duro. El objetivo del tigrense es ser el precandidato más votado en las PASO para calmar los mercados y la postulación del dirigente social es una piedra en el zapato